Una cucharada de pasta de tomate casera agregará un rico sabor a tomate y un toque de color a cualquier plato. ¡Es tan versátil que pasarás por un frasco antes de que te des cuenta!
6 ingredientes
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4 kg de tomates roma muy maduros, lavados y picados
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1/4 taza de aceite de oliva virgen extra
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4 ramitas de orégano fresco, lavado
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1 1/2 cucharadita de sal marina
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1/2 cucharadita de ácido cítrico
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2 cucharaditas de aceite de oliva extra virgen, extra
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4 pasos del método
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Paso 1
Coloque el tomate, el aceite y el orégano en una cacerola grande a fuego medio-alto. Llevar a ebullición. Reduce el calor a medio-bajo. Cocine a fuego lento durante 10 minutos o hasta que el tomate esté tierno y la piel se haya separado de la pulpa. Deje reposar durante 10 minutos para que se enfríe un poco. Retire y deseche el orégano.
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Paso 2
Precaliente el horno a 160C / 140C con ventilador.
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Paso 3
Empuje la mezcla de tomate a través de un colador fino sobre un tazón o jarra grande. Deseche las semillas y la piel. Agregue sal y ácido cítrico al puré de tomate. Revuelva bien para combinar. Divida la mezcla entre 2 bandejas para hornear poco profundas con lados.
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Paso 4
Hornee durante 3 horas, revolviendo cada 30 minutos e intercambiando la posición de las bandejas entre los estantes, o hasta que el puré de tomate se convierta en una pasta espesa de color marrón rojizo y el líquido se haya evaporado. Dejar enfriar. Vierta en un frasco de vidrio limpio con capacidad para 1 taza. Vierta el aceite extra de manera uniforme sobre la pasta en el frasco. Tapa segura. Refrigere por hasta 1 mes (ver nota) o congele por hasta 6 meses.
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